miércoles, 30 de noviembre de 2011
martes, 29 de noviembre de 2011
Satinada
lunes, 28 de noviembre de 2011
¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un euro? Escalada. Los costes sumergidos y de nuevo "el qué dirán". Análisis realizado por psicólogos
viernes, 25 de noviembre de 2011
Satisfecho
jueves, 24 de noviembre de 2011
Dibujando
miércoles, 23 de noviembre de 2011
¿Qué emociones transmite?
martes, 22 de noviembre de 2011
"La sombra y yo"
lunes, 21 de noviembre de 2011
Armonía curvada
jueves, 17 de noviembre de 2011
La esterilidad de la indignación y mi personal visión de la alegría
Resulta curiosa, hablando de actitudes negativas, la facilidad con la que asumimos –por más ecuanimidad que cultivemos– actitudes farisaicas que nos hacen indignarnos apenas empezamos a considerar las cosas que nos desagradan del mundo, sobre todo de las que parecen derivarse de las acciones y las omisiones humanas. No es infrecuente, en este sentido, descubrirnos asumiendo estas actitudes, aunque, en ciertos momentos, haya personas concretas que a veces desempeñan, papeles espantosos. Recordemos, por ejemplo, el uso impropio y corrupto del lenguaje con el que suelen ocultarse –en una especie de newspeak* surrealista– las injusticias, las desigualdades y la explotación de los seres humanos y de los recursos naturales impidiéndonos discernir lo que realmente está ocurriendo. Recordemos el daño provocado por guerras que se hallan al servicio de intereses espurios y de fines más que dudosos; la sensación de que quienes detentan el poder y la responsabilidad no tienen empacho alguno en mentir, ocultar, inventar, coaccionar, manipular, negar, sobornar y racionalizar todo lo que hacen, sin importarles los medios que deban emplear para alcanzar sus ambiguos objetivos; la de un pequeño número de personas y de gigantescas organizaciones multinacionales que, con mucha frecuencia, actúan como si sus intereses, poder, desequilibrio y beneficio se hallaran por encima de los demás y hasta por encima de la ley.
También conviene recordar que, aun cuando todo sea relativamente cierto –y subrayo lo de relativo–, la indignación moral presenta, al menos, dos vertientes diferentes, la del yo y la de la arrogancia.
Apenas advertimos la aparición de un "ello" –como, por ejemplo, "ellos deberían...", "ellos no deberían...", ¿cómo han podido...?" o "¿por qué no han...?– es decir, apenas asoma una supuesta individualidad en forma de conducta inadecuada, de ignorancia, de avaricia, de irresponsabilidad o de engaño, aflora también el impulso de enfadarnos, de imputar a otros una supuesta motivación y de convertirlos en un problema por más que, en tal caso corramos el peligro de deshumanizarlos. Y esto es especialmente cierto cuando sé que "ellos" están forzando las cosas, quebrantando abiertamente la ley, descuidando la protección medioambiental, violando la Constitución, amedrentando o sobornando a otros países, amasando deliberadamente un poder, una riqueza y una influencia ilegítimos y aprovechándose en beneficio personal de su papel de funcionarios públicos. Y esta actitud de superioridad moral no tiene empacho alguno en acusar y condenar a personas de cualquier lugar y de cualquier cultura, las conozcan o las ignore, tanto próximas como distantes.
Pero esa actitud también conlleva otro problema, porque todas las cosas que estoy mencionando llevan siglos ocurriendo. Basta con echar un vistazo a la temprana historia de China en un libro que recoge escritos de Chuang Tzu, el autor del poema con el que concluyo este capitulo, para advertir que, en torno a año -2205, un hombre llamado Yü es descrito como el "virtuoso fundador de la dinastía Hsia" y que, cuatrocientos años más tarde, en -1818, un hombre llamado Chieh es presentado como "el degenerado gobernante con el que acaba la dinastía". Siempre ha habido épocas de relativa tranquilidad y de completo desbarajuste, de seguridad y de inseguridad, de honradez y de deshonestidad, de acciones relativamente bondadosas y de otras inequívocamente malvadas. Podemos personalizar todo esto y culpar a determinados individuos y también podemos tomárnoslo como algo personal, pero lo cierto es que la cuestión es más profunda que todo esto. Quizás no seamos más que actores de una película onírica que sólo concluirá cuando nos demos cuenta de que somos nosotros quienes estamos alimentando el sueño y de que lo que de verdad importa es despertar. Entonces es cuando todos los personajes de esa pesadilla se desvanecen y ya no tenemos que seguir alimentándola para que discurra de un determinado modo.
Pero ¿es que estamos realmente en lo cierto cuando creemos tener razón? ¿Y están los demás equivocados por el mero hecho de que así lo afirmemos? Recuerdo que, a este respecto, Soen Sa Nim solía decir: "Abre la boca y estarás equivocado". Pero a pesar de la complejidad e incertidumbre que ello supone, tú, yo, nosotros y todos nosotros tenemos que abrir la boca y a veces tenemos también que actuar, porque ésa es la naturaleza misma de la realidad. ¿Qué es lo que podemos hacer? Ése es un koan que requiere de una auténtica práctica meditativa y de una auténtica práctica política. ¿Podemos permanecer en el no-concimiento y despertar a algo nuevo, más osado, más imaginativo y más curativo que trascienda los límites de los procesos de pensamiento reactivos, desatentos y altamente condicionados y de las garras de las emociones aflictivas, en particular, del miedo? ¿Podemos descubrir un modo de encarnar la bondad que se asiente en una fortaleza interna y externa, especialmente en los momentos más críticos y difíciles, sin caer, por ello, en un fariseísmo corrosivo y corruptor?
El simple hecho de pensar en las cosas de un determinado modo puede acabar desencadenando nuestra indignación. Por ello, para abrir la puerta que conduce a la imaginación, la creatividad, la sinceridad, la atención plena y la acción sincera, es necesario cambiar el modo en que pensamos en las cosas.
Pero el yo es un constructo y, por más claros que sean los hechos, lo que hagamos en una determinada situación suele desencadenar, con más frecuencia de la deseado, nuestra respuesta arrogante. Independientemente de quienes seamos "nosotros" y de quiénes sean "ellos", "nuestra" indignación demuestra la misma ignorancia que "sus" infames maquinaciones. Quizás se requiera de algo mejor, de algo más sabio, de algo más relacional, de un modo de ver menos dualista, que no se apreste a cosificar la sensación de "nosotros" contra "ellos"· o, su prima hermana, la de "bueno" contra "malo", y que, dándose cuenta de ello, lo mantenga, por más intenso que pueda ser, simultánea y amablemente en la conciencia. Tal vez entonces podamos descubrir un modo de no seguir disgregados por el conflicto entre el pensamiento y el sentimiento, y aprender a integrarlos y actuar de manera sabia y estable para avanzar hacia la curación y pasar de la enfermedad y el desequilibrio a la relajación, el equilibrio y la armonía, o dicho en otras palabras, una política sabia y compasiva asentada en la atención y la bondad. Eso significaría realmente respetar, proteger y honrar el cuerpo político, con el compromiso de sacar lo mejor de nosotros y la confianza en que la visión clara es el mejor camino para lograr a largo plazo, la seguridad, la armonía y el equilibrio verdaderos.
Si un hombre cruza un río,
no se enfadará,
por más mal genio que tenga,
cuando su esquife choque con un bote vacío.
Pero si en el bote ve a un hombre,
le gritará, y si sus gritos no son escuchados,
gritará todavía más fuerte,
hasta acabar maldiciendo.
Todo ello si en el bote hubiese alguien,
pero si el bote estuviera vacío,
no se habría enfadado no hubiese gritado.
Si puedes vaciar el bote
con el que cruzas el río del mundo,
no habrá nadie que se te oponga,
ni nadie que pueda dañarte.
Chuang Tzu (siglo -III)
*Newspeak
Término introducido por George Orwell en su novela 1984 para referirse a un uso político e interesado del lenguaje que acaba despojándolo de todo significado. (Nota del traductor)
La práctica de la atención plena. Jon Kabat-Zinn
*** *** ***
Alegría sin más en estas imágenes, disfrutando del momento. Sin aferrarse a nada. Tan sólo viviendo...
No es un utopia ser feliz. Es realizable aquí y ahora.
Y, bueno, ahora ya nos enfadamos con las máquinas también. Están tan presentes en nuestra vida que les atribuimos vida propia... ¡Ay!
En tu mano está cambiarlo tomando conciencia de que tan sólo son máquinas u objetos y que no pueden responder a tus palabras.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Descanso y generosidad
martes, 15 de noviembre de 2011
Trabajando
lunes, 14 de noviembre de 2011
Ensimismado
viernes, 11 de noviembre de 2011
Libertad
jueves, 10 de noviembre de 2011
Arquitectura
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Wild Oat (Avena silvestre) Para los que sufren de incertidumbre
Características positivas
Personas con metas claras y constancia para lograrlas. Tienen el talento de actuar intuitivamente –no impulsivamente–, poniendo su capacidad al servicio de las metas que se han trazado y atrayendo nuevas oportunidades dentro de esa linea, situaciones que los hace muy felices.
Personas con habilidad para reconocer sus propios potencias y desarrollarlos al máximo. Capaces para hacer muchas cosas bien, logran hacer más de un trabajo al mismo tiempo y con éxito.
En estado de desequilibrio
Personas con poca claridad en sus metas, interiormente disconformes porque no encuentran su camino en la vida.
Personalidades muy capaces y polifacéticas, que por eso no saben hacia dónde canalizar sus aptitudes.
Personalidades poco convencionales que visten de forma poco usual.
Pacientes que se quejan de transtornos en su sexualidad.
Personas que tienden a comer demasiado.
Personas que no viven en su nivel ni laboral ni socialmente.
Estudiantes que tienen que decidir qué carrera van a seguir.
Aquellos que no hacen nada porque no saben qué hacer. Sin tener depresión.
Para lo que necesitan una orientación vocacional y laboral.
Personas que siempre buscan, y cambian una y otra vez de actividad sin encontrar ninguna que les satisfaga.
Para aquellos que no logran echar raíces.
Personas que sienten que su vocación es clara pero no terminan de estar conformes con lo que hacen.
Personas con conductas temerarias o sedientas de aventuras.
Para aquellas personas bien dotadas que no necesitan realmente hacer grandes esfuerzos para sus logros, pero que no saben hacia dónde dirigir esos esfuerzos, o sólo tienen una vaga noción del lugar hacia donde dirigirse.
Aquellos a quienes les cuesta integrarse en la sociedad porque por un lado no les gusta ir en contra de la corriente y por otro no saben hacía dónde remar.
Personas con talentos y habilidades no bien encauzados.
Para los momentos de la crisis de mitad de la vida, más frecuentes en hombres.
Para aquellos padres que fueron muy dominantes y nunca permitieron al niño decidir por sí mismo, con lo cual debilitaron el desarrollo de su personalidad. (En este caso dar a los padres y al niño)
Para aquellas personas que nunca forman parte de algo, que están en todos lados pero finalmente no están en ninguno.
A veces, por la dificultad que tienen en definirse y, concomitantemente, en comprometerse, llegan a formar parte de grupos que se encuentran por debajo de sus condiciones intelectuales y sociales y terminan frustrados y aburridos.
Aquellos que sienten que la vida sigue transcurriendo y que a pasar de sus talentos no logran encajar en actividades que les permitan disfrutar y sentirse realizados.
Personalidades obstinadas, tercas, centradas en sí mismas, que en el afán de buscar objetivos y tomar decisiones no escuchan su voz interior para descubrir lo que ya existe dentro de ellas.
La personalidad Wild Oat es como la de aquellos solterones empedernidos que constantemente están buscando pero jamás alcanzan su meta.
Frecuentes verbalizaciones
"Veo tantas posibilidades frente a mí que no me puedo decidir por ninguna. Eso me pone muy mal conmigo mismo".
"sigo soltero porque interiormente siento que no me quiero atar, creo que nunca dejé atrás del todo mi adolescencia".
"Quisiera hacer algo especial, pero no sé bien qué."
"Laboralmente he probado muchas cosas y he obtenido éxito, pero a la larga, nada me satisfizo verdaderamente."
"apenas manejo la situación, ya me aburro."
"Me siento insatisfecho y frustrado porque no tengo una vocación definida que me atraiga por encima de las demás."
"Ya probé a estudiar derecho. No me gustó. Después quise estudiar decoración de interiores, pero no me decido. No ´se qué quiero. No sé qué hacer con mi vida".
"estoy ganando un buen sueldo con mi trabajo de contador, pero no estoy contento con esta manera de desarrollar la profesión."
"Me siento como en una encrucijada y no sé que camino debería seguir."
"Me siento siempre en el aire con respecto a lo que quiero hacer o ser profesionalmente y eso me hace sentir abatido e insatisfecho permanentemente."
Cuando se toma Wild Oat
Al igual que Holly, Wild Oat es una flor que abre el curso de un tratamiento cuando la combinación de remedios florales no ha respondido o cuando pareciera tener que indicarse demasiadas flores por vez. Así como Holly actúa como catalizador en personas activas, Wild Oat actúa de catalizador en personas pasivas y tranquilas.
Es una flor relacionada con el quehacer, no con los afectos. Salvo en relación con la actividad, son personas decididas y claras en sus pensamientos a las que eventualmente se les indica esta esencia.
La energía Wild Oat permite encontrar el hilo conductor, la dirección, para llegar a las metas y no equivocar el camino.
Claudia Stern