martes, 21 de mayo de 2013

Si has vivido con las emociones de eso que llaman errores y te has liberado, dejarás de juzgar-juzgarte

haideé iglesias

"Una hija se quejaba a su padre de las dificultades que envolvían su vida. No sabía cómo seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que, cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre un fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una de las ollas colocó zanahorias, en otra sumergió huevos y en la última, granos de café. Las dejó hervir sin pronunciar una palabra. Su hija esperó con impaciencia, preguntándose qué pretendía su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las dispuso en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente coló el café y lo introdujo en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo:
–¡Qué ves?
–Zanahorias, huevos y café –fue la respuesta. 
Le pidió que se acercara y tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Era un huevo duro. Le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente, la hija preguntó:
–¿Qué significa esto, padre?
El entonces le explicó que los tres elementos habían sufrido la misma adversidad: el agua hirviendo, pero que habían reaccionado de forma distinta. La zanahoria estaba dura antes de llegar a la olla, pero después de pasar por el hervor se había vuelto débil y fácil de deshacer. El huevo había llegado al gua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido, pero tras someterse a las altas temperaturas su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo, eran únicos; después de cocerse se habían vuelto liquido.
–¿Cuál eres tú? –preguntó a su hija–. Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando el dolor toca se vuelve débil y pierde su fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero... ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecidos? O ¿Eres como un grano de café? El café cambia al agua que ebulle, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición, el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren". 
Y tú, ¿cuál de los tres ingredientes eres en la vida? ¿Alguna vez te habías cuestionado de esta manera? ¿Esperas a que te afecten las circunstancias o elaboras tu propio camino?
Esta práctica y sabrosa metáfora nos describe a la perfección que hay dos vías o estilos para plantarle cara a la vida. La primera visión, la de la hija que persigue una estabilidad libre de problemas que se sucedan, agrupa a aquellas personas que viven en una certidumbre inconsciente, y la segunda, representada por el sabio padre cocinero, engloba a los que se mueven según una incertidumbre consciente. El primer perfil sería el caso de  una persona que, por ejemplo, ambiciona un trabajo con garantías perennes. También la persona que llama a esas carísimas líneas telefónicas en busca de certezas que provengan de fuentes como el tarot o los astros.
En un segundo bando se alinean los que asumen y aceptan los desequilibrios, los trazados quebrados, la fragilidad de pensamientos y sentimientos, los fallos en lo cotidiano. Mientras que el que precisa certezas acude al "Si no lo logro, es culpa de otro o de algo", el que reconoce la incertidumbre y la incorpora a su día a día recurre, por otro lado, a "No sé qué pasará, pero intentaré sobrepasar con amabilidad y habilidad cada adversidad, circunstancia y dificultad que aparezca en mi vida". Eso es cambio y eso es transformación Y la palabra clave en esta actitud es RESPONSABILIDAD. 
Amigo, escúchame ahora: en una crisis, en definitiva, puede decidir ser ESPECTADOR, SER VÍCTIMA o perderte en la queja y CULPABILIZAR AL SISTEMA (bancos y otros agentes políticos y sociales). Puedes esperar a que el "Mesías Barak Obama" lo arregle todo o aceptar tu CORRESPONSABILIDAD en todo lo que está ocurriendo. Porque éste es un mundo de interrelaciones, de efecto mariposa, de elecciones con impactos determinados (económicos, ecológicos, emocionales y tantos otros). Tú, yo, todos podemos ser causas, motores, empujes, energías si asumimos la responsabilidad propia y los efectos de la responsabilidad ajena. 
No, no. No me invade un optimismo ingenuo, sino una potente y luminosa fuerza envuelta de realidad. Durante demasiados años hemos identificado la lucidez con el cinismo. El inteligente podía usar al ironía y la mala leche, ya que eso era ser un buen crítico. Basta. Ya es hora de reivindicar y recuperar el lazo entre la bondad, la lucidez, el optimismo y la acción coherente. Pienso que hay pesimistas muy inteligentes que no son más que grandes perezosos. Veo una correlación obvia entre el pesimismo y la holgazanería. Al fin y al cabo, ser cínico es más fácil: sólo requiere un gesto de displicencia, levantar una ceja, ganas de hacer daño y buenas dosis de frustración y mal humor.
Sin duda me quedo con los optimistas bondadosos y currantes. Ellos son y serán loas que cambiarán el mundo y los que han evitado que se hunda en tantas ocasiones, aunque se les tache de utópicos e ingenuos.
La Tierra sigue girando y nosotros seguimos vivos en ella; gracias, pues.

Alex

P.D. Dijo un lúcido filósofo hindú Jiddu Khrisnamurthi: "Comprender significa acción inmediata. La acción creativa congruente define la humanidad humanizada. Abandonar la pereza y pasar a la acción consciente, eso es vivir el presente. Porque la acción más pequeña vale más que la intención más grande. Saber gozar de todo lo bueno que cada instante nos aporta es un arte difícil pero necesario, y es señal de sabiduría apreciar e incorporar en nuestra vida aquellos placeres esenciales escondidos, incluso, en lo que nos parecen situaciones limite. El sentido del humor y la visión positiva son una parte importante del equipaje necesario para este trayecto vital tan lleno de desafíos". 

Alex Rovira

*** *** *** 


Leyendo el libro al que corresponde este extracto capto lo que ya parece ser una oleada de información pero que no pasa de ahí, del todo. Si, algunos están más claros, mas, no más sabios. No es fácil abandonar viejos hábitos y condicionamientos. Tener necesidad de ayudar no es lo mismo que estar capacitado para ayudar. Aunque halla muchas personas que lo estén haciendo. Bueno, todo sucede de un modo peculiar que voy captando poco a poco. 
Este extracto en particular lo escogí por el cuento y por lo que dice del cinismo. Ah. Y si, puede haber muchas personas que recurran a llamar a esos números de teléfono... ¿rastros de creencias de esta persona que escribe acerca de estas personas y profesiones? Hay otras muchas formas de buscar seguridad y certezas y de perder tiempo y dinero. Pero están mejor consideradas socialmente. Nos falta humildad, si. Muchísima. Nada como haber vivido con muchos ¿errores? (dudo que lo fueran, sólo sucesos necesarios) para comprender que es la humildad. Yo misma también usé esos teléfonos. Y cuán necesarios eran entonces para poder sentir que alguien me estaba escuchando, me entendía o ayudaba. También yo daba. Esto siempre ha sido así. Mas, ya pertenece al pasado. Curada. Eso y otras muchas acciones de las que se consideran optimas socialmente :))) Hasta que comprendí.
Para mi, hay una gran diferencia entre el narcisismo que quiere hacerse notar y el mostrar la vulnerabilidad para liberarse del sentido de invalidez personal. Uno, cuando ha curado nada tiene que ocultar. Por esto, siempre comprende. Algo que no puede hacer quien estando necesitado de confirmación de la propia valía. Que también comprendo. Otra cosa es que me quede de brazos cruzados ante los actos que pueden perjudicar. Mas, hasta esto, también con tiento. Nadie es quien para resolver las lecciones de otro. Y más cuando no se le solicita ayuda. Bueno, no directamente. Indirectamente si que se puede, de hecho se hace, pedir ayuda. El inconsciente se manifiesta de modos muy peculiares y sutiles. Y puedes ser acusada (esto es etiquetar) por esa misma persona de que tienes mucha fantasía. :) Si, es lo que sucede cuando uno está curado :))) que puede hablar sin que le condicionen las opiniones de terceros. Eso si, siempre escuchando a quien sienta la necesidad de decir algo. Siempre se dice, se quiera o no. Si, repitiendo :)

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Qué el amor ilumine tu inteligencia y abra tu corazón para que las palabras que pronuncies conviertan el mundo en un lugar mejor :)
Sin mentir, encontrarás la luz del amor con más facilidad.
Siente la vida, siéntete a ti mismo, y di lo que sientes, sintiendo lo que dices
La paz es el camino y la humildad sus pies -.-

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