miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Cómo saber si es una suerte o una desgracia?

haideé iglesias


He disfrutado con las muchas versiones que de este cuento chino he leído y la que más me ha llenado, a día de hoy, ha sido ésta, por esto he decidido compartirla con vosotros. Agradecida :) 


Un pobre chino suscitaba la envidia de los más ricos del país, porque poseía un caballo blanco extraordinario. Cada vez que le ofrecían una fortuna por el animal, el anciano respondía: "Éste caballo es para mí mucho más que un animal, es un amigo; no puedo venderlo". 

Un día, el caballo desapareció. Los vecinos, reunidos ante el establo vacío, dieron su opinión: "Pobre idiota, era previsible que te lo robaran. ¿Por qué no lo vendiste? ¡Qué desgracia!" El campesino se mostró más circunspecto: "No exageremos –dijo–. Digamos que el caballo ya no se encuentra en el establo. Es un hecho. Todo lo demás no son más que apreciaciones por vuestra parte. ¿Cómo saber si es una suerte o una desgracia? Sólo conocemos un fragmento de la historia. ¿Quién sabe lo que ocurrirá?".

La gente se burló del anciano. Hacía ya mucho que le consideraban un simple. Quince días después, el caballo blanco volvió. No había sido robado, simplemente se había ido al campo y volvía de su escapada con una docena de caballos salvajes. Los aldeanos se congregaron de nuevo:

–Tenías razón, no era una desgracia, sino una bendición.
–Yo no diría tanto –dijo el campesino–. Contentémonos con decir que el caballo blanco ha vuelto. ¿Cómo saber si es una suerte o una desgracia? No es más que un episodio. ¿Se puede acaso conocer el contenido de un libro leyendo una sola frase? 

Los aldeanos se dispersaron, convencidos de que el anciano desvariaba. Recibir doce hermosos caballos era indudablemente un regalo del cielo. ¿Quién podía negarlo? El hijo del campesino emprendió la doma de los caballos salvajes. Uno de ellos le tiró al suelo y le coceó. Los aldeanos acudieron una vez más a dar su opinión: 

–¡Pobre amigo! Tenias razón, estos caballos salvajes no te han dado suerte: tu único hijo está lisiado. ¿Quién te ayudará en tu vejez? Verdaderamente eres digno de compasión.
–Veamos –contestó el campesino–, no vayáis tan deprisa. Mi hijo ha perdido el uso de las piernas, eso es todo. ¿Quién puede decir lo que ello nos aportará? La vida se presenta en pequeños fragmentos, nadie puede predecir el futuro.

Algún tiempo después estalló la guerra, y todos los jóvenes del pueblo fueron alistados en el ejército, excepto el inválido. 

–Anciano –se lamentaban los aldeanos–, tenías razón. Tu hijo ya no puede caminar, pero se queda a tu lado, mientras que nuestros hijos van a que los maten.
–Por favor –respondió el campesino–, no juzguéis con precipitación. Vuestros hijos están enrolados en el ejército, el mío se quedó en casa; eso es todo lo que podemos decir. Sólo Dios sabe. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué el amor ilumine tu inteligencia y abra tu corazón para que las palabras que pronuncies conviertan el mundo en un lugar mejor :)
Sin mentir, encontrarás la luz del amor con más facilidad.
Siente la vida, siéntete a ti mismo, y di lo que sientes, sintiendo lo que dices
La paz es el camino y la humildad sus pies -.-

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails