Mimulo (Mimulus). Para los miedos conocidos

Creada originalmente por Haideé Iglesias

Ella está encantada mirando la mar. Una niña que me recuerda a mi misma, más o menos a su edad. Me recuerda los miedos que van naciendo desde la infancia y que pueden acompañarte toda la vida si no decides (o sucede algo que te obliga) aprender a dejar de tenerlos, comprendiendo por qué forman parte del comportamiento cotidiano. Y digo bien, cotidiano. Esos miedos que pensamos tener sólo en determinadas situaciones, también forman parte de las emociones que están subyacentes, esas que conforman la sombra y que nos van configurando de modo, podría decirse, equivocado. Equivocado en el sentido de que uno no es ese miedo, o miedos, sino que es valiente, mucho más valiente de lo que le parece. Mas, esos miedos como están grabados en la memoria los tomamos como una parte de nuestra personalidad y no es así. 

Bien, aquí os dejo Mimulo (Mimulus), la flor del Sistema de Bach que ayuda a curar esos miedos que a todos nos acompañan o han acompañado durante muchos años de nuestra vida. 

Características positivas

El aspecto positivo de Mimulus es el de gente valiente, que se desenvuelve bien en la vida, usando adecuadamente su sensibilidad con equilibrio y buen humor. Sus cualidades son comprensión, coraje y confianza.

Son personas que enfrentan las dificultades y los desafíos con calma, dignidad y capacidad para hacer proyectos a largo plazo.

Tienen buen tino y comprensión y una sensación interna de fuerza y coraje. 

En su aspecto negativo

• Personas tímidas, hurañas, temerosas, reservadas, retraídas.
• Personas con miedos diversos, como salir a la calle, viajar en avión, al dolor, a la muerte, al cáncer, frente a una operación, etc.
• Personas sensibles que ponen en marcha conductas de evitación. 
• Personas que enferman con facilidad cuando se les presentan cosas frente a las cuales sienten mucho miedo.
• Manifestaciones psiconeurovegetativas del miedo: transpiración, taquicardia, locuacidad, tensión, inhibición para hablar, tartamudez, etcétera.
• Temores que se pueden nombrar y que pertenecen a la vida cotidiana, de cosas que vemos y sabemos, de operarse, de tener dolor, de ir al dentista, de comenzar en un trabajo nuevo, aunque sean situaciones que se superan a pesar del temor.
• Para las personalidades fóbicas.
• Para aquellos con síntomas de huida e inhibición por miedo. No actúan por miedo.
• Miedos concretos y conocidos. Por ejemplo, temor a que salga mal una invitación de gente a la casa de uno.
• En bebés que ni bien se despiertan lloran sin razón aparente, demostrando de esta manera cuán difícil les resulta entrar en el mundo, superando el miedo arquetípico del recién nacido (según Mechthild Scheffer)
• Para los que sienten que la vida es una carga demasiado pesada de la que quisieran desprenderse.
• Para personas que siempre parecieran estar buscando protección.
• Las personas Mimulus son personas que aún con un ataque de rabia nunca son de temer.
• Para personas con fobias específicas, por ejemplo, al frío, a la oscuridad, a la enfermedad y al dolor, al futuro, a accidentes, a perder amigos, a hablar por teléfono, a las arañas, a los ratones, a los perros, a los gatos, etc.
• Personas hipersensibles al frío, al ruido, a los gritos, a las agresiones, a los conflictos, que se sobresaltan muy fácilmente.
• Risas nerviosas, dificultades para hablar.
• Temor a estar solas; nerviosas y tímidas en compañía.
• Miedo en la convalecencia, por ejemplo a moverse, por si se abre la herida (que está perfectamente cicatrizada, por otra parte).
• Miedo a la gente que no conocen. Por eso suelen evitar encuentros sociales.
• Es aconsejable darlo a los niños mientras sean pequeños, ya que les ayuda más adelante en sus vidas. Algunos temen las caras nuevas, algunos a ir a la cama en la oscuridad, o a la severidad de algunos de sus padres o a algún hermano o hermana que suele pegarles.
• En hipocondría como parte de una fórmula, por el miedo a la enfermedad.
• En impotencia sexual cuando hay miedo de volver a intentarlo.

Frecuentes verbalizaciones

• "Tengo miedo a determinadas cosas, por ejemplo, a darme una inyección."
• "No puedo viajar en un ascensor cerrado."
• "Tengo una gran sensibilidad a los ruidos o al frío, o a las personas groseras."
• "Me ruborizo con facilidad cuando trato con gente desconocida."
• "Si no tuviera un lugar propio adonde retirarme, creo que no podría sobrevivir."
• Cuando algo no me sale bien de entrada o choco con alguna dificultad, transpiro de miedo."
• "Siempre necesito encontrar a alguien para que me acompañe a hacer mis diligencias."
• "Cuando me pongo nervioso me transpiran tremendamente las palmas de las manos."
• "Cuando tengo que hablar frente a un público se me seca la boca, siento como mariposas en el estómago y se me doblan las rodillas."

Claudia Stern