Creada originalmente por haideé iglesias
Necesario para que los niños se puedan desenvolver en el mundo al que vienen o en el que nacen (del que brotan). Amor filial, si. El que va mucho más allá de la primera dependencia en la que tanto les damos, mas no es sino una confusión por nuestra parte. En cuanto crecen ya no queremos sino que hagan lo que nosotros queremos –o necesitamos, mejor expresado– olvidando que necesitan, quieren y quienes son ellos. Cada uno con su particular modo de expresarse. De sentir y de querer ser. Por esto insisto tanto en que les escuchemos. Son pequeños maestros que nos ponen a prueba. Si, otra paradoja. Pero esta es de las sabias :)
Nos olvidamos de su vulnerabilidad en cuanto quieren ser ellos. Si, mientras son dependientes les queremos mucho. En cuanto quieren ser libres ya no tanto. Esto no tiene por qué ser negativo. Nos muestra en que estamos nosotros errando, en que no somos todo lo buenos padres que quisiéramos... Es bueno que suceda, siempre que ello nos aliente a ser mejores, mejores en todos los sentidos. No tan sólo en el material. Dedicar más tiempo al trabajo, al éxito, a la sociedad, es seguir el patrón social que impera, nada bueno para que el mundo –y por tanto la humanidad– cambie. Se piensa que es el camino más fácil, así uno se evita las aristas de la negación, esa que desata en nosotros asuntos no resueltos desde nuestra infancia. Pero volvemos a encontrarnos en una paradoja, y no sabia precisamente. Si me niego a permitirle que se exprese en todo cuanto es, estoy ya negando. ¿Cómo es entonces que luego no sé decir "no" ante algunas de sus peticiones?.
En vez de dejarse llevar tanto por el romanticismo de "que bonito es tener hijos" mejor hacíamos todo lo posible por saber quienes somos; si sabemos realmente lo que queremos nosotros... No dejarnos ir por lo ya establecido pensando: es lo que hay que hacer, todo el mundo lo hace. O, es que me gustan mucho los niños. O son mi legado... ¿Mi legado? Son personas que han venido aquí a aprender. Y sobre todo a descubrir quienes son. ¿Qué les aportas tú como padre, o madre, para que esto pueda ser así?
Vivimos muy confundidos, si. Lo malo es que no nos damos cuenta de que es así. Todo el día dando consejos a los demás cuando en nuestro interior todo está por solucionar. Si, me repito ;) ¿Acaso no os estáis repitiendo vosotros? ¿Una y otra vez cayendo en los mismos errores? ¿Una y otra vez haciendo lo mismo y repitiendo los mismos clichés? :))
Los hijos son nuestra responsabilidad, no nuestra posesión.
Cambio yo, cambia el mundo.
Si, amor filial. Aprende a entender en profundidad que es lo que esto significa.
No fue robada. El sabia que le estaba fotografiando. Gracias :)
Haideé, me gustó mucho tu reflexión, es muy cierto todo lo que dices.
ResponderEliminarAl leerte, recordé una peli muy pero muy linda: "Un niño de otro mundo", donde John Cusack interpreta el personaje de un escritor, viudo que decide adoptar un niño. El mensaje que deja, es justamente lo que me hizo relacionarla con tus palabras.
Un abrazo
¡Hola! laura: yo misma he sido víctima, por ello sé bien como de confundidos vivimos y como confundimos a quienes son más sabios que nosotros en muchos aspectos, sobre todo en los emocionales.
ResponderEliminarNO he visto la pelicula que mensionas, pero me alegra que su mensaje te haya llegado al alma :)
Un abrazo :)
Khalil Gibrán:
ResponderEliminarY una mujer que sostenía un bebé contra su pecho dijo, Háblanos de los Hijos.
Y el contestó:
Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Ellos son los hijos y las hijas de la Vida que trata de llenarse a si misma
Ellos vienen a través de vosotros pero no de vosotros.
Y aunque ellos están con vosotros no os pertenecen.
Les podeís dar vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podeís dar habitáculo a sus cuerpos pero no a sus almas,
Pues sus almas habitan en la casa del mañana, la cual no ser puede visitar, ni tan siquiera en los sueños.
Podeís anhelar ser como ellos, pero no lucheís para hacerlos como sois vosotros.
Porque la vida no maarcha hacia atrás y no se mueve con el ayer.
Vosotros sois los arcos con los que vuestros hijos, como flechas vivientes son lanzados a la Vida.
El Gran Arquero ve la diana en el camino del infinito, y la dobla con su poder y sus flechas pueden ir rápidas y lejos.
Haced que la forma en que dobleís el arco en vuestra manos sea para alegría.
El también, además a amar la flecha que vuela, ama el arco que es estable.
Un saludo Haideé!