Un gato. Un gato pidiendo comida. Un gato que me hace recordar la importancia de saber que es lo que uno está haciendo con un mayor alcance que dejarse arrastrar por las emociones inmediatas sin prestar atención al fondo de otras muchas que las sustentan inconscientemente.
haideé iglesias
Cuando uno quiere ayudar podría preguntarse que le lleva a hacerlo. ¿Los buenos sentimientos o la culpa? Oyendo hablar a una mujer que se esforzó por ayudar a muchos gatos que vivían en la calle, acabo por estar cansada de gastar dinero y el aumento de las familias. Decidió esterilizar a las hembras. Ya no hay gatos. A la que quedaba como se alejaba de ella, sólo comía, pero quería ser tocada, le dio una pastilla para adormecerla... la gata al sentirse rara se escondió... la encontró. Así pues es la pobre última víctima de una persona que decía amar a los gatos, o animales.
No se paró a pensar qué estaba haciendo. Sólo hizo, regida por las emociones y/o sentimientos que la ¿molestaban? Si, la molestaban. ¿Por qué hizo pagar a los gatos su incapacidad de comprender que no tenía poder para controlar el mundo a su antojo? Ayudar sin saber cuales son las consecuencias de la ayuda que proporcionamos no es ayudar, sino entorpecer. Y a día de hoy, sigue ignorante del alcance de sus decisiones. Como muchos de nosotros. Si. Nos movemos en pequeños espacios, circulares, y pensamos que eso es el mundo. Muy pocos son los que tienen la capacidad de ver que esos minúsculos espacios forman parte de un todo... y que todo aquello cuanto hagas se comunica con todo... interdependencia... Y luego, muchos de nosotros, contamos batallitas de lo que hacemos para que alguien nos diga que buenos somos... curioso es que pocas veces contamos aquello que propicia que los demás elijan no querernos... Nos falta el valor para ello. Si, así estamos, fingiendo vivir, cuando lo que estamos haciendo es morir sin darnos cuenta de ello.
Entré en tu espacio y Deuter me acompañó. Leí tu reflexión de las acciones deliberadas que a veces cometemos y luego solo queda sufrirlas y aprender. Regresaré a disfrutar de esta paz que compartes. Muchas gracias!
ResponderEliminarUn beso
¡Hola! indianala: ¿la indiana? Nada, juegos de palabras que surgen... ¿acciones deliberadas? Bueno, más bien inconscientes, pero que damos por realizadas con voluntad... Y como dicen un autor, ¿quién maneja los hilos? El ego, si. Pero ¿cual de ellos?
EliminarMe alegra que hayas disfrutado de la música.
Bienvenida pues.
Un abrazo y gracias a ti también :)