Resulta mucho más fácil decir palabras sin sentirlas que pararse a pensar que se está diciendo realmente. Nos sentimos impelidos por emociones de las que no tenemos consciencia de sentir. Hablamos pues sin consciencia por ello no se puede ver más allá de lo fácil o trillado.
Hace ya varios meses que desde varios blogs (decir varios blogs no quiere decir necesariamente varias personas distintas detrás de ellos, en unos casos si, en otros no) se ha comenzado a utilizar lo que yo comparto y como lo comparto –siempre desde la ignorancia de que es lo que yo siento y cómo lo siento– creando así gran confusión en cuantos a estos blogs se acercan. Confusión que no hace más que agrandar la ya existente. ¿Por qué tanto interés en parecer espirituales, buenas personas, entendidos en materia psicológica, etc, etc? Pues porque es más fácil copiar que sacarlo de dentro de uno mismo. De este modo uno no tiene que afrontar el dolor que puede surgir. Porque así no ha de encontrar la verdad de la vida que está viviendo.
(Todo esto también es un modo de no querer que nada cambie por parte de los escépticos, personas con tremendo miedo a la incertidumbre, de ahí su gran despliegue de agresividad y desprecio por todo y todos cuantos ellos sienten como amenaza a su caja de seguridad emocional)
Pero ¿por qué aglutinan a tantas personas cerca de ellos? En una conversación en la presentación de un libro surgió precisamente esto. Amor y soledad, dije. La gran necesidad de llenar un vacío que no se colma con el modo en el que se está viviendo.
haideé iglesias
Claro, ¡cómo no hacer lo opuesto exactamente a cuanto yo comparto!. Otra paradoja :). Si. Constantes paradojas. Se imita o copia lo que yo comparto, pero sólo de modo que me haga ser "famoso", "querido", admirado",... ¡Ay!... ¿Cómo entonces puedo hacer que mi vida sea espiritual y abierta a la compresión del corazón humano?
Al poco de entrar en la facultad, uno de los comportamientos reactivos de un profesor fue poner la etiqueta de retórica a lo que le decía, más cómodo que pararse a reflexionar acerca de ello. Hace pocos meses, paseando con una señora a la que le molestaban los perros en la playa, también le puso una etiqueta a lo que le dije: "eso es demagogia" ¿Es demagogia preguntar cuantas personas han colaborado para que ella pudiera disfrutar de la comida que decía haber preparado ella sola?. Esto es interdendencia. Algo bien distinto a lo que llevo tiempo compartiendo y que tiene que ver con el conocimiento no dependiente, al que todos me gustaría que pudieras acceder, ya que éste es el que nos libera de los condicionamientos que entorpecen poder sentirlo y vivirlo. En otro momento anterior, en un encuentro con una pareja, me detengo a observar y comparto con ellos aquello que aprecio en su comportamiento con un perro muy anciano y con gran dolor. Bien, al menos en este caso no se pusieron etiquetas, aunque a él si que se la habían puesto: bipolar. ¿Por qué nos quedamos tan anchos colocando etiquetas a todo? Porque es mucho más fácil. Pero no dejes que mis palabras te guien Reflexiona acerca de ellas. Tómate tiempo. Es en tu propio beneficio y por ende, en el de los demás.
Pues bien. Pocos meses después me dice que está dando consejos a políticos y que le hacen caso. Una persona que está ciega dando consejos a políticos... Bien, pues esto mismo está sucediendo en internet desde los blogs que yo he visitado. ¿Cómo es que los ciegos estén dando lecciones a otro ciegos? ¡Ay!
Todo esto sucede por lo que ya mencioné en un párrafo anterior: amor y soledad. Una gran necesidad de ser alimentados y el miedo que se va generando con la constante ideación, acabando por ser cierto lo que no se ha parado uno a sopesar sosegadamente.
Mas, llega un momento en que la máscara, el fingir no puede dar más jugo y aparece la verdad. Aquella que tanto tiempo hemos querido esconder... Hacemos daño porque nos lo hacemos a nosotros mismos. No podemos controlar nada porque somos incapaces de controlarnos a nosotros mismos. Seguimos vacíos a pesar de tanta cantidad de personas que nos dicen cuanto valemos y lo bien que lo hacemos... Y seguimos vacíos porque ellos a su vez también lo están. Samsara... si...
Sólo hay un modo de parar la rueda: reconocer que uno no tiene poder sobre nada y que no puede controlarlo todo... abandonarse y reconocer que necesita ayuda... Es en este momento que aparece la tranquilidad y la claridad que hasta entonces estaban tapadas por la constante ideación que generaba el querer controlarlo todo y ser perfecto...
Por esto leer no significa entender. Por esto hablar no significa tener consciencia de lo que se habla. Por esto pensar no significa sentir... Se escriba lo que se escriba... o se diga lo que se diga...
Todo pasa por y para algo. Si :)
Me pregunto qué consejos les dará a los políticos el susodicho...
ResponderEliminar¡Hola! césar: los consejos eran sacados de internet y en parte de cosas que yo le había dicho para que el tomara conciencia de que su problema era la indecisión y el miedo. Pero, claro, envuelto en una aureola de endiosamiento que es muy parecida a las subidas de los antiguamente denominados-etiquetados maniaco-depresivos. En este caso no hay tal cosa. Yo estuve en contacto con alguien que si estaba en este estado y era realmente creativo. Muy rígidamente creativo, mas hacía cosas impactantes....
EliminarEsto otro hombre ha vivido un poco la locura que alguien se ha empeñado en desatar por su grandísima ignorancia. Lo malo de desconocernos a nosotros mismos es que siempre estamos muy perdidos en cuanto a las consecuencias de nuestros actos, pensamientos y emociones, tal como ya he señalado Y vuelvo a señalar en la siguiente entrada.
Estás en silencio en tu blog...
Un abrazo :)
Silencio un poco forzado por cosillas laborales; en la primavera, quizás un pelín antes, volveré a un ritmo menos callado.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Ahí estaré disfrutando... aunque sea hablar en futuro :)))
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