lunes, 22 de noviembre de 2010

Los maniquíes no huelen


Creada originalmente por Haideé Iglesias

"En los humanos, los signos de ovulación son invisibles, pero, de algún modo nos damos cuenta de ellos.
Desde un punto de vista evolutivo, esto es de gran importancia: sugiere que los machos humanos no saben cual es el mejor momento para aparearse.
Pero el hecho de que algo sea invisible no significa que no lo percibamos. [...] 
No sería la primera vez que los investigadores  hayan demostrado que los hábitos de gasto económico en los hombres pueden ser influenciados por factores que no pueden ver. Por ejemplo, se ha demostrado que algunas fragancias liberan el monedero. En un experimento, la cantidad media de dinero gastada por el hombre en un almacén al por menor que perfumaba su ambiente con una fragancia "masculina" era de 55 dólares; pero la cantidad media gastada por los hombres en un almacén que perfumaba su ambiente con una fragancia "femenina" era menos de la mitad, 23 dólares. [...]
Todo esto tiene implicaciones importantes para comprender las fuentes de nuestros errores. Cuando votamos o cuando gastamos un dólar, suponemos que lo hacemos por razones racionales. Y si después descubrimos que nuestro voto no ha ido a buenas manos o que hemos derrochado nuestro dinero , suponemos que la  explicación tiene que hallarse en el mundo racional. No creemos que votamos a alguien porque hicimos un juicio sobre él en menos de un segundo, no creemos que gastamos más en un almacén que en otro porque olía bien y no creemos que dimos a la bailarina de estriptis una propina excelente porque estaba en un momento en el que la concepción era fácil. Pero lo hicimos." 

Joseph T. Hallinan 

*** *** ***

Hay otros muchos modos de seducirnos, y todos ellos están relacionados con las emociones. Nos engañan porque nos dejamos engañar, y sobre todo porque queremos que crean nuestras propias mentiras. Curiosa paradoja, porque luego desconfiamos de quien menos tendríamos que hacerlo. Y estoy generalizando, por supuesto. Cada ser humano es un mundo. Con todo ello, cuando nos movemos en grupos, nos comportamos todos de modo muy similar, y siempre acabamos eligiendo a aquel que percibimos afín al grupo con el que nos identificamos, aquel que pensamos se parece más a nosotros, seamos conscientes o no de ello. 

Los maniquíes no huelen. ¿Por qué. entonces, nos sentimos atraídos hacia ellos? E incluso, los imitamos. ¿Quizá porque vivimos con la máscara puesta constantemente? No nos diferenciamos muchos de ellos, excepto en que nuestro olor se percibe, conscientemente o no, mal que nos pese. Otra pregunta más.  ¿Será por ello que constantemente nos adornamos con perfumes?

1 comentario:

  1. La verdad, amiga, es que conscientemente nunca me he sentido atraido por ningun maniquí... Pero, claro, nunca se sabe...

    Muy bella la imagen, amiga

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Qué el amor ilumine tu inteligencia y abra tu corazón para que las palabras que pronuncies conviertan el mundo en un lugar mejor :)
Sin mentir, encontrarás la luz del amor con más facilidad.
Siente la vida, siéntete a ti mismo, y di lo que sientes, sintiendo lo que dices
La paz es el camino y la humildad sus pies -.-

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