miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una garceta y medir el tiempo


Creada originalmente por Haideé Iglesias

Ella y yo vivimos en sintonía con el tiempo natural. Ella es más afortunada que yo: nadie le dice la frase hecha "¡pero tú en que mundo vives!" cuando les dices que no has cambiado la hora porque no te habías enterado de que tocaba cambiarla. ¿Para qué? Ya hace mucho que, a no ser por deferencia hacia los demás, no uso reloj, me guío por el tiempo natural y es muy exacto.
Y ya que hablo del tiempo, y para que veamos como nos vienen manipulando desde hace mucho, creando condicionantes que no existían, todos relacionados con el tiempo, ese que tan necesario parece ser para los que afanan poder y dinero, os dejo éstos extractos (y no digas que no tienes tiempo para leerlo, jijiji...):

"En el siglo IV d. C., San Agustín reflexionó: "¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta lo sé, pero si deseara explicárselo a alguien que me lo preguntara está claro que no lo sé. "

"Toda la gran cultura del mundo antiguo, sumerios y babilonios, egipcios y chinos, mayas y aztecas, creó su propio calendario. Uno de los primeros documentos que salieron de la imprenta de Gutemberg fue el "Calendario de 1228"."

"La supervivencia fue uno de los incentivos para medir el tiempo. Las antiguas civilizaciones utilizaban los calendarios para saber cuándo era el momento de plantar y cosechar. Pero, desde el comienzo, le medida del tiempo resultó ser un arma de doble filo. Por una parte, la programación puede hacer que cualquiera, desde el campesino hasta el ingeniero de software, sea más eficiente. No obstante, en cuanto empezamos a dividir el tiempo, las tornas se vuelven y el tiempo nos domina. Entonces nos convertimos en esclavos del horario; éste nos fija fechas límite que, que por su misma naturaleza, nos dan motivo para apresurarnos. Como dice un proverbio italianos: "el hombre mide el tiempo y éste mide al hombre"."

"¿Por qué tantos duelos, batallas y otros hechos históricos tenían lugar al amanecer? No se debía a que a nuestros antepasados les gustara levantarse temprano, sino que el alba era el único momento del día que todo el mundo podía identificar con precisión. En ausencia de relojes exactos, la vida obedecía a los dictados de lo que los sociólogos denominan el tiempo natural. La gente hacía las cosas cuando le apetecía, no cuando se lo decía un reloj de pulsera. Comían cuando tenían hambre y dormían cuando se amodorraban. Sin embargo desde el principio, saber la hora fue de la mano con decirle a la gente lo que debe hacer."

"Ya en el siglo VI, los monjes benedictinos se regían por un horario que enorgullecería a un moderno administrador del tiempo. Sirviéndose de relojes primitivos, hacían sonar las campanas, a intervalos determinados a lo largo del día y de la noche, a fin de apresurase a pasar de una tarea a otra, de la oración al estudio, a la horticultura, al descanso y de nuevo a la oración. Cuando los relojes mecánicos empezaron a aparecer en las plazas de las ciudades europeas, la línea divisorios entre saber con precisión la hora y mantener el control se borró todavía más. Un caso revelador lo ofrece Colonia. En los archivos históricos hay constancia de que, alrededor de 1370, se instaló un reloj público en la ciudad alemana. En 1374, la municipalidad aprobó una ley que fijaba el comienzo y el final del horario laboral de los trabajadores y limitaba la pausa para el almuerzo a "una hora y no más". En 1391, la ciudad impuso el toque de queda a partir de las nueve de la noche (las ocho en invierno) a los visitantes forasteros y, en 1398, dictaminaron que el toque de queda sería general a las once. En el transcurso de una generación, los habitantes de Colonia pasaron de no saber nunca con precisión la hora que era a permitir que un reloj dictara cuándo trabajaban, el tiempo que podían tomarse para comer y la hora en que se retiraban a sus casas por la noche. El tiempo del reloj estaba ganando el pulso al tiempo natural."

"La urbanización, otra característica de la era industrial, ayudó a apresurar el paso. Las ciudades siempre han atraído a personas enérgicas y dinámicas, pero la misma vida urbana actúa como un acelerador de partículas gigantesco. Cuando la gente se traslada a la ciudad, empieza a hacerlo todo con más rapidez. En un diario íntimo de autor anónimo y fechado en 1871 figuran estos comentarios sobre la capital británica: "El desgaste de la energía nerviosa y la descarga de energía cerebral en Londres son enormes. El londinense vive rápido. En Londres, el hombre se mata a trabajar, mientras que en otros lugares se echa a perder a causa de la indolencia... La mente está siempre tensa, con una rápida sucesión de nuevas imágenes, nuevas personas y nuevas sensaciones. Todos los negocios se llevan a cabo con un ritmo rápido. La compra y la vena, la cuenta y el peso, incluso la charla por encima del mostrador, todo se hace con un grado de rapidez y mucha práctica... Los lentos y los aburridos descubren pronto que no tienen ninguna posibilidad, pero, al cabo de cierto tiempo, como un caballo lento enganchado a un coche rápido, desarrollan un ritmo desconocido hasta entonces"."

"En 1748, en el alba de la era industrial, Benjamin Franklin bendijo el matrimonio entre el beneficio y la prisa con el aforismo que hoy sigue en plena vigencia: "el tiempo es oro" Nada reflejaba o reforzaba mejor la nueva mentalidad que el cambio que suponía pagar a los trabajadores por horas en vez de hacerlo por lo que producían. Una vez establecido que cada minuto costaba dinero, las empresas emprendieron una carrera interminable por acelerar la producción. [...] El capitalismo moderno llevaba incorporado el imperativo de ir hacia arriba, de acelerar, de ser cada vez más eficiente."

"Persuadir a los primeros trabajadores industriales de que vivieran de acuerdo con el reloj no fue tarea fácil. Muchos de ellos trabajaban a su ritmo, hacían pausas cuando se les antojaba o no se presentaban en su puesto, lo cual era un desastre para los directivos de la fábrica que les pagaban por horas. A fin de enseñar a los operarios la nueva disciplina del horario que exigía el capitalismo moderno, las clases dirigentes promovieron la puntualidad como un deber cívico y una virtud moral, mientras denigraban la lentitud y la tardanza como pecados capitales. En su catálogo de 1891, la compañía Electric Signal Clock advertía contra los males de no mantener el ritmo: "Si hay una sola virtud que debería cultivar más que cualquier otra quien desee triunfar en la vida, es la puntualidad; si hay un error que debe evitarse, es el retraso". Uno de los relojes de la empresa, que recibía el apropiado nombre de Autócrata, prometía "revolucionar a los rezagados y los impuntuales"."

(Extractos del libro "Elogio de la lentitud" Autor Carl Honoré)


Y bien, ¿no te apetece dejar de lado el reloj y todo lo que ello conlleva ya desde hace tanto tiempo? Se puede ser muy eficiente sin reloj, bastante más que con él. La mente no siente que tiene un tirano azogándola, y por ello funciona con más eficacia.

10 comentarios:

  1. Tienes razón, después de leer tu relato uno se lo plante seriamente el poder prescindir del reloj y de toda la esclavitud que significa ese tiránico instrumento.
    Quien pudiera vivir en sintonia con la naturaleza.
    Te sigo.

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  2. Me haces reflexionar y disfrutar: personalmente, me maravillo al observar a mi perra y ver precisamente cómo ella atiende a sus necesidades, a lo largo del día, sin inmutarse por la hora, ni el minuto, ni el segundo. Observarla es una lección y un lujo... Un abrazo intenso e inmenso para ti.

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    1. Ahora la que aquí comenta, o acaso sería mejor decir el que aquí comenta... hum... ya se ha cambiado el alias con el que sigue comentado, y sin variar el método, ahora ya no es "indigo horizonte" vuelve a usar "indigo" ...
      Mucho que ocultar para vivir en paz... si.

      A día de hoy, qué gran diferencia... Pero, sigo en las mismas... todo pasa por y para algo :)))

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  3. El tiempo, que palabra tan bonita, cuanto abarca y que podo dura, que efímero es el tiempo.
    Por desgracia ignoramos lo poco que nos dura el tiempo..que deprisa transcurre.
    Saludos, te sigo.

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    1. ¿Y bien enrique... ! El que dice "mienfada" , pero que se dedicó a usar lo que yo compartía... y mira tú en donde está ahora... que no sabe por donde anda...
      Es lo que tiene creerse las tonterías que aparecen el la mente... sin saber si son auténticas o no... Palabreando, si.
      Un poco durita que estoy... bueno, también esto pasará :) No así la Verdad -.-

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  4. Impresionante reflexión en preciosa entrada. Cuanta sabiduría, que dócil y manipulable es el espiritu humano, tienes razón, la primera tiranía vino dada por el tiempo, instrumento primitivo de control sobre el individuo.
    El tiempo además nos atormenta (el paso del mismo) nos reduce a algo cuantificable, nos limita nuestro tiempo de ser libres, y por lo tanto, felices.
    Un abrazo!

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  5. Pedazo de descripción... me hace reflexionar sobre el paso del tiempo y la forma de medirlo que nos hemos inventado los humanos...

    Como siempre un placer seguirte.
    Un abrazo.

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  6. Muy interesante. Todo un tratado del tiempo.
    Cuando estoy de vacaciones trato de olvidarme del reloj, levantarte cuando te despiertan las primeras luces del día, comer cuando tienes hambre y acostarte cuando tienes sueño. Es un alivio descárgate por unos días de la dictadura del reloj.
    El tiempo es muy relativo, dependiendo de lo que nos toque vivir se puede hacer muy corto o muy lento. Cuando nos sacan de nuestra rutina por un acontecimiento no deseado todo pasa a cámara lenta.
    Tal vez en nuestro gusto por fotografiar, entre otras muchas cosas, exista un afán de congelar el instante, detener el tiempo. Quien sabe.
    Saludos.

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  7. El tiempo que pasa la verdad que huye... es un post que invita a la reflexión por suerte existe el tiempo conceptual ese que no nos martiriza y nos permite disfrutar el cronológico es quizás el que nos debemos plantear para mejorar nuestra calidad de vida .
    saludos!

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Qué el amor ilumine tu inteligencia y abra tu corazón para que las palabras que pronuncies conviertan el mundo en un lugar mejor :)
Sin mentir, encontrarás la luz del amor con más facilidad.
Siente la vida, siéntete a ti mismo, y di lo que sientes, sintiendo lo que dices
La paz es el camino y la humildad sus pies -.-

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