Creada originalmente por haideé iglesias
¿Quién no ha mirado sus huellas al caminar por la arena? Nos gusta ver que dejamos huella, aunque luego una ola las borre. ¿Quiénes de nosotros se preocupa de la huella que deja en el corazón de los otros? Yo hablaré desde mi experiencia: muy pocos. No tomamos conciencia de ello hasta que ya está hecho el daño. Estoy leyendo un libro sobre la resilencia... y si, el ser humano tiene un inmenso potencial para superar las más duras pruebas. No lo afirman así quienes se empeñan en ver al hombre como una mera máquina a la que se puede manipular sin que rechiste y también a la que se puede destruir según convenga a los impulsos destructivos de unos pocos. No parece que estén interesados en escuchar a todas aquellos que hemos superado las mayores adversidades. ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo hacernos querer, dejar esa hermosa huella en el corazón y el alma del otro? Para mi es miedo. Si. Nos da miedo amar, nos da miedo lo que significa el amor. Y sin embargo ambicionamos ser amados... terrible paradoja para quien maltrata a aquellos a los que necesita...
Que todos tomemos consciencia de que cada uno de nuestros actos, de que cada uno de nuestros pensamientos, de que cada uno de nuestros sentimientos son huellas dejadas en los demás –aunque estas sean invisibles a los ojos, no lo son para el alma, no lo son para el corazón–, huellas que si no han sido de belleza y amor se volverán hacia nosotros para que comprendamos el daño causado. Para romper este proceso es necesario tomar conciencia de la gran necesidad de ser amados que todos tenemos... todos sin excepción.
Hagamos todo lo posible por ser como este niño que juega a ver como sus pasos se marcan en la arena disfrutando del momento. Es una forma simbólica de dejar amor en cada paso que se da...
Estoy en el mundo, soy el mundo, paso por el mundo y también desaparecerá la materia del cuerpo que deja las huellas. Me esfuerzo por tanto en que las huellas que broten de mi corazón sean lo más bellas posible...
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"Es importante la actitud que tomamos cuando las cosas van mal. Es bastante fácil contemplar el éxito con ecuanimidad, pero hacer frente a cualquier tipo de fracaso es una prueba mucho más dura".
Akongh Rimpoché
¡Qué foto más bonita! Me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellísima!!!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminartengo unas fotos parecidas, las viste? mis niños " salpican Alegria! un abrazo
ResponderEliminarAmiga es verdad el fracazo nos hace encontrarnos con nuestro ser; quizás sea por la soledad que nos da... yo el otro día había dicho he suspendido y una persona me dijo porque eres tan pesimista hablando; y le dije no soy pesimista soy realista, se acepta cuando las cosas no las hago bien por eso es bueno reconocer los errores.
ResponderEliminarSi nunca se me han dado bien varias asignaturas; estoy pensando en dejarlo pero no por fuerza de voluntad, sino todo lo contrario debo aprender de cero como quiero aprender la letra b sin antes aprender la a: prefiero estudiar por mi cuenta, a mi ritmo aunque vaya como las tortugas: pero la fábula bien lo dice por ir más rápido no se llega primero, lo importante es disfrutar del camino al final quien ha resultado ganadora no ha sido la liebre sino todo lo contrario la tortuga. (no se ha olvidado de lo más importante, y es ser feliz consigo misma).
Un saludo.
¿por qué me llamas amiga Cristi?
ResponderEliminarQue la alegría encuentre el camino en tu corazón...
Un abrazo -.-
Gracias :))) En fin :)))