Lluvia (II)

Creada originalmente por Haideé Iglesias

Desde la primera imagen titulada lluvia a esta (las dos pertenecen a la misma sesión fotográfica) hay un sin fin de acontecimientos. Ya entonces estaba percibiendo que algo no iba bien, que alguien desde sus prejuicios me negaba a mi, sin apercibirse de que se estaba negando a si mismo. En el texto que acompañó aquella imagen se hablaba de lo gratificante que me resulta salir a mojarme cuando llueve, además de otras cosas. Aquí la lluvia simboliza la limpieza de la negatividad. La negatividad, algo tan usual -por cotidiano- que nos parece lo normal.

Vivimos en un mundo en el que no sabemos mirar. Las conversaciones son de lo más desalentadoras. Siempre con un sustrato de desesperanza, como si hablar de lo mal que va todo nos fuera a solucionar las dificultades. La partícula por excelencia en este tipo de diálogos cuando no les sigues la corrientes y les hace tomar conciencia de su sentido negativo de la existencia es: "ya, si, pero...", "pero es que...", "si, pero...", a los cuales yo llamo "animales de compañía"... tanto amor les tenemos que no vemos porque estamos siempre con ellas en la boca, y por tanto en el pensamiento. Y el pensamiento es una constante construcción, así pues, ¿por qué repetir siempre las mismas frases negativas? Si sólo nos fijamos en lo negativo, en lo imposibilitante, en las dificultades, se nos olvidará que la lluvia ( y otros muchos hechos) no es sino un bien, aunque cause destrozos; es un bien porque a ella van asociadas muchísimas otras cosas que para aquellos que viven desconectados de la naturaleza les parecen fuera de lugar pasándoseles entonces desapercibidas otras muchas interpretaciones. Este modo de actuar y pensar es síntoma de nuestra gran ignorancia sobre que es y que no es la naturaleza, comportándonos de modo arrogante y prepotente respecto a ella, y por reflejo (proyección), hacia nosotros mismos y hacia todos los demás. También están los que por no saber como mirar de frente a la vida se dedican a ponerlo todo de color de rosa; aunque sigue siendo lo mismo: proyección. Como no reconozco en mi, y de mi, lo que no me gusta, lo pinto de rosa, así me autoengaño y vivo feliz. ¡Qué ilusos!

En fin, por hoy ya está bien :): aquí os dejo esta imagen llena de vida, luz y movimiento, pues las gotas de lluvia son eso, constante movimiento, que limpia el ambiente de todo lo negativo, en el exterior y también en el interior.

Caminando ligera, y libre ya de aquella influencia negativa, desde esa "sobrexposición" que es el Amor. Todo ocurre por y para algo. Tan sólo hay que saber mirar e interpretar el sentido de lo que ocurre. El código de la sincronicidad :)