Creada originalmente por Haideé Iglesias
En la mañana del domingo me desperté con un sueño. Un sueño extraño del que no podía salir. Hasta que me di cuenta de que precisamente ahí estaba la solución. ¿Cómo que no podía salir? Si ya estaba fuera. La solución estaba en el mismo sueño, pero me costó verlo. Maya, la gran engañadora me la estaba jugando de nuevo. Juguetona ella, siempre encuentra un resquicio para colarse :)))
Cuando escribí acerca de como romper la maldición después del momento de desesperación en el que me vi inmersa, fueron abriéndose una puerta tras otra para poder comprender que estaba viviendo en una paradoja que no era la mía y que por ello –este era un pensamiento que me asolaba de continuo– no parecía tener solución. Estaba conmigo, si, mas eso no significaba que no podía ser deshecha. Tomé conciencia de esto y al hacer esa entrada comprendí de súbito que había deshecho la paradoja. Por esto, en la siguiente entrada, hablé de que se había producido el milagro. Cuánto tiempo me costó. Cuánto. Paradójicamente :), como no. Es lo fácil lo que se nos pasa por alto siempre, y todo consiste en no mentir, nunca. Sobre todo a ti mismo. La honestidad acompañada de la humildad, con lo que nadie puede ya hacerte daño. No, porque sabes que eres tan valioso (todos lo somos) que nadie te puede juzgar, aunque lo intenten, ya nadie podrá hacerte pensar que decir la verdad es algo negativo y que te causará problemas. Yo que había despertado, que había comprendido más allá de los límites de la dictadora razón, me sentía coartada por un ego enfermizo pegado a mi.
Como bien aprendí en todo el proceso no rehuí ninguna oportunidad de avanzar, de buscar el porqué de lo que sucedía. Cada persona o circunstancia que aparecía en mi vida, y sobre todo aquellas que me causaban más daño, eran las que más me hacían avanzar; siempre pensaba: quiero ser justa, no quiero hacer daño gratuitamente, y si lo hago que sea por el bien de la humanidad (cuidado con entender mal esto, porque muchos psicóticos que se erigieron en dictadores también decían que era por el bien de la humanidad, nada más alejado de lo que digo; es preferible morir antes que hacer ese tipo de "bien"). Me costó mucho aprender a ver esto porque el miedo me atenazaba el entendimiento, y al tener miedo no queda espacio para poder pensar con claridad, todo es borroso y confuso, y si mientes mucho más, ya que te esfuerzas en estar pendiente de que no te descubran, sobre todo aquellos a los que mentiste. Cuánta energía derrochada... y cuánto daño nos causa. Por todo ese miedo sufrí, pené, despotriqué, lloré,... y muchas otras acciones que no servían de nada, nada más que retrasar lo que tenía que ser. Bien, aquí estoy, viviendo... fluyendo en este río que es la vida... con o sin alma gemela. ¡Qué libertad! Para todos, por supuesto. Porque pedir ayuda también obligaba a otro, así que: libertad para todos :)))
Me parecen tan hermosos los cardos... Mas ¿hay algo que no lo sea? :))
Este enlace que os dejo aquí con un trocito de película, ha llegado a mi hace unas horas, no lo busqué. Algo que me vino muy bien para lo que quería expresar en esta entrada y que sé hace ya mucho: experimentas, sabes.
Sincronicidad de nuevo. El universo es perfecto, si :))
Puedes hacer cualquier cosa. Si -.-
para que te voy a engañar, no, no me he leido tu esctrito pero la foto si que me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos
habra sido casualidad que tu escrito hablara de sinceridad y yo te te dijera que para que te iba a engaña, que no, que no me lo habia leido, estaba siendo sincero valga la redundancia...xD
ResponderEliminarAhora si que me lo he leido.
Saludos
Los miedos son solo eso miedos, no suelen coincidir con la realidad y cuando lo hacen nos impiden encontrar una solución. Preciosos cardos, muy bien buscada la luz.
ResponderEliminarUn abrazo.
El miedo es una sombra que el temor no esquiva. El miedo es una grieta... Una bella canción y mucho de verdad, aquí: http://www.youtube.com/watch?v=mMXLbEJg1vM
ResponderEliminarEs una versión de Lenine y Pedro Guerra. La canción se llama Miedo. Un abrazo inmensamente azul. Me gustan mucho los cardos. Te contaré. Besitos.