Jugando con un amigo (o amiga, no lo sé muy bien) que encontré en un paseo al borde del mar. Nos hicimos amigos rápidamente, no nos preguntamos nada y no juzgamos nada. Esta es una de las cosas que deberíamos aprender de los animales. Y de las que nosotros podemos considerar como negativas también, tomando conciencia de ellas si están en nosotros y modificarlas de modo positivo.
Creadas originalmente por Haideé Iglesias
Aprendiendo de todo, afortunada que soy de poder contar con tan buenos amigos con los que aprender y disfrutar.
(La entrada anterior quería ponerla para hoy, pero estaba tan entusiasmada con una tarta de higos a la crema de limón que estaba haciendo –catando ya– que se "escapó" antes de programarla. La tarta, por cierto, exquisita)
qué rico!
ResponderEliminarLos gatos tienen una total honestidad emocional; los seres humanos, por una u otra razón pueden ocultar sus sentimientos, pero el gato no.
ResponderEliminarErnest Hemingway y yo.