Bailarina de fuego

Creada originalmente por Haideé Iglesias

Su cuerpo bulle tembloroso.

Donde sus pies han encontrado la entrega,

aparece un negro desierto.

Ay, desierto, que por ti, estoy vivo.

Cuando se arremolina en sus giros,

de tu negrura, sale mi llama.

No resiste el fuego la entrega de su mirada,

quieto, silencioso, se deja encender en sus dulces ojos rasgados,

seducido, perdido, baila con ella en cada uno de sus furtivos movimientos.

¡Quiero ser fuego para quemarte! -dice en un lamento-,

lamento que aquieta al instante,

pues recuerda que, con tan sólo una de sus lágrimas,

lo deja sin aliento.

Fuego, ¡baila!, qué el aire será nuestra cama.