miércoles, 6 de julio de 2011

Eso que llamamos egoísmo


Creada originalmente por haideé iglesias

No puedo –ni quiero– obligarte a leer, pero si lo haces es posible que aprendas algo importante.

Si, el egoísmo es una de esas emociones con las que pocos solemos identificarnos por estar considerada como negativa. Y que sin embargo está pegada a nosotros, si, pegada, es un buen modo metafórico de decirlo. Aunque si consideramos seriamente los pensamientos como algo cambiante, podríamos cambiar ese estar pegados a, por ejemplo, ¿por qué necesito yo estar pegado a esa emoción? Y si vamos tirando del hilo con paciencia podríamos encontrar el porqué.

En mi caso, hace mucho tiempo descubrí cual era la emoción principal que la sustentaba: el miedo. El miedo, si. La emoción que está en el sustrato de la mayoría de las emociones que nos movilizan –en nuestra contra y en contra de los demás– hacia comportamientos insalubres es el miedo.

El egoísmo, principalmente no nos deja escuchar al otro. Escucharlo sin juzgarlo, tan sólo escuchar para percibir que hay tras ese comportamiento. Si, comportamiento, porque este es el resultado final de la emoción que rige la conducta. Y, no se puede disociar lo que pensamos de cómo actuamos. Yo puedo sentirme muy generoso, pero si muchas personas se quejan de mi comportamiento egoísta, he de preguntarme si puede ser cierto. ¿Qué es lo que no encaja? Esto es algo que no suele hacer una persona con egoísmo y no lo hace porque le es imposible –tal como son sus reacciones de reactivas– darse tiempo para pararse y sopesar lo que el otro le está diciendo. Eso que dicen de contar hasta 10. Algunos mejor cuentan hasta 100 :)))
Cuando el dialogo se desarrolla entre dos personas egoístas la comunicación es imposible. Si, literalmente imposible. Ya que cada uno de ellos busca culpar al otro y así sus reacciones reactivas les hace ponerse a la defensiva. Y una vez uno se ha puesto a la defensiva no está capacitado para escuchar como sería saludable para la fluidez del diálogo, llegando así al entendimiento. Entendimiento no quiere decir cambiar de opinión necesariamente, sino comprender. Comprender lo que el otro dice y por qué lo dice. Además, en estos desencuentros, se suele gastar muchísima energía, ya que cuando uno se defiende siente que le están atacando y ya sabemos que ocurre cuando nos sentimos atacados. Respondamos con ira, manipulando, corriendo, o disimulando... y otras muchas acciones. Y, si, repito, el atacante está igualmente a la defensiva, sino ¿por qué reaccionar atacando en una conversación?
Existe el dicho: "Si cuatro te dicen que pareces un caballo, cómprate una silla de montar". Si, es muy saludable cuestionarse a uno mismo y así poder ponerse en el lugar del otro, algo muy necesario para que en una conversación, de cualquier tipo, se consiga construir, que no destruir, que es lo que normalmente se hace cuando no hay comunicación a pesar de las muchas palabras que se puedan decir. Todas estas palabras no son creativas, más bien son ladrillos que se arrojan hacia el otro para derrotarlo, que no escucharlo. Esto ayuda a abrir la mente –no, los ladrillos no, sino el ponerse en el lugar del otro :)– o la corriente de pensamientos, como me gusta llamar últimamente a la mente con la que pensamos, a otros nuevos, con lo que uno se enriquece inevitablemente. Porque el que escucha sabe :) Usamos muchos clichés que ni sabemos que lo son... ¿nos hemos preguntado alguna vez por qué creemos a pie juntillas todo lo que pensamos y porqué damos por hecho que esas ideas o creencias forman parte de eso que consideramos nuestra personalidad? ¿Por qué decimos "a mi no me cambia nadie"? Esto forma parte de ser egoísta. ¿Veis la emoción de fondo? Y mejor aún: ¿la sentís? Si se llega a sentir esa emoción, considero que se está en el camino de la curación.

Escuchar. Una hermosa palabra que casi nadie entiende.
Cuando yo aprendí a escuchar comprendí las muchas ocasiones en las que no lo había hecho pensando que si.
Escuchar es estar atento a lo que el otro dice. Sin que produzcamos palabras e ideas en nuestra corriente de pensamiento. Si, en silencio. Y si no conseguimos entender lo que el otro nos dice, preguntarle. Darle la oportunidad de explicarse cuantas veces sean necesarias. ¿Cuántos de vosotros lo hacéis así?
¿Percibís la emoción del miedo como sustento de eso que llamamos egoísmo?

¿Realmente somos egoístas o tan sólo es ignorancia del porqué nos comportamos tal como lo hacemos?

No hay puertas cerradas. Sólo corazones y mentes que ignoran como abrirse, o quizá sería mejor decir, como estar siempre abiertos (receptivos) :)
¡Feliz día!

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Qué el amor ilumine tu inteligencia y abra tu corazón para que las palabras que pronuncies conviertan el mundo en un lugar mejor :)
Sin mentir, encontrarás la luz del amor con más facilidad.
Siente la vida, siéntete a ti mismo, y di lo que sientes, sintiendo lo que dices
La paz es el camino y la humildad sus pies -.-

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