miércoles, 22 de junio de 2011

¡Viva el arte!


¡Anda que no nos queda nada que aprender!
Ji,ji,ji,ji,ji,ji,ji,ji,ji...


Bueno, ya me pongo sería. Contrastes, si :)

Vivimos constantemente disociando, fragmentado y ello nos induce a confusiones, unas más graves que otras, para uno mismo y para los demás. Esta tendencia impide en la mayoría de los casos a no tomar conciencia de muchas de las acciones que se desenvuelven a nuestro alrededor ni de las personas que desarrollan cualquier actividad.
Insisto muchas veces en la diversidad de yos que nos configuran, y también, en que si estos no están integrados en un todo acabamos muy confundidos. Por esto la necesidad de la honestidad. Saber discernir cuales son esos yos y comprender porqué aparecen en nosotros. Así lo que realicemos será integro y auténtico y no disociado o fragmentado. Un yo que no sabe de los otros yos, provoca la disociación por la cual se proyecta hacía el exterior lo no reconocido y resuelto. Y esto es así para mi. Vuelvo a insistir en que es mi verdad, tal como yo la entiendo a través de las experiencias vividas, asimiladas e integradas en profundidad en eso todo que hace de mi una persona expresándose.


Bien, pues sigo derrumbando creencias, en mi misma, sobre todo, y una de ellas es la de la admiración que tenía -debo decir más bien que sentía, aunque también tenía- por Leonardo Da Vinci. ¿Realmente ha hecho él todo lo que se le atribuye o se atribuyó él mismo? Pues ya no lo tengo tan claro. Por aquel entonces era común tener aprendices -y a día de hoy es posible que también, no lo sé con certeza- así que ¿cómo tener la certeza de que todo lo haya realizado él solo? Información que me ha llegado me hace cuestionar muchas creencias que tenía sobre este hombre.
Y a la vez también he descubierto -esto ha sido muy agradable- el secreto de la sonrisa de la Gioconda. Sencillamente la sentí, la vi y entonces comprendí... Si, dije bien, la sentí primero y luego vi...
El alma. Si. Que magia irradia :) ¿Verdad José Manuel? ¿Tendrás el valor de decir que nos hemos conocido más allá de lo virtual (como lo saben más personas) para que tu alma se libere y deje de irradiar negatividad? Esa negatividad que capto cada vez que nos "tropezamos"...


Creadas originalmente por haideé iglesias

Por esto me río de esa especie de aureola que les solemos poner (y que nos gusta que nos pongan -que peligroso me parece esto- tanto como nos la ponemos algunos de nosotros ) a los que ejercen una actividad artística, que como ya dije en otras ocasiones, no es más que una creencia sin cuestionar. Clichés, etiquetas, que no profundizan, que se basan en gustos condicionados... en fin, ahora no voy a insistir más en esto.
Ejercemos la idolatría y no me parece que seamos muy conscientes de ello, al menos tal como yo lo percibo a mi alrededor, y, ya veis, también en mi misma :). Pero me gusta quitarme peso de encima y viajar libre de condicionamientos, lo cual que ayuda a valorar mucho más otras cuestiones que tanto nos enriquecen, como es el autoconocimiento. Y, sobre todo, porque ello me ayuda a no causar daño de modo gratuito a los demás.

¿Arte? Otra de las muchas etiquetas que hay que cuestionar para que realmente comprendamos lo que este sentimiento significa. Tener sentido poético o estético no nos convierte en artistas, insisto que esta es mi opinión no la verdad. Somos artistas una vez que comprendemos la totalidad de todo lo que somos, entonces podemos expresar libremente aquello que como energía se libera. A lo que se ha denominado inspiración.

Y si, ¡viva el arte! El arte de vivir y ser uno con todo lo demás. Tal como la naturaleza lo hace constantemente, la mejor artista, como así lo podemos ser todos y cada uno de nosotros.

*** *** ***

En los años setenta, por ejemplo, con motivo del primer congreso feminista organizado por, para y sobre las mujeres de los apaches, tuve oportunidad de conocer a diversas mujeres llegadas de las montañas y valles de Virginia Occidental, Kentucky y Tennessee en autobuses y camionetas, coches compartidos o a píe, para reunirse en el campus de la Universidad del Marshall. Durante los debates, en la feria de artesanía y en los talleres pude observar que muchas de aquellas mujeres tenían claras cosas que a mí me había costado años desentrañar:

  • Puesto que nadie les había enseñado a diferenciar entre "arte" (en general, obra de mujeres e indígenas), daban por sentado que sus colchas de retales y tallas de madera eran obras de arte. Como en efecto lo eran.
  • No habiendo aprendido de Marx y otros economistas a incluir a las mujeres en la clase social de sus maridos, daban por sentado que las mujeres compartían una cultura y unas circunstancias ligeramente distintas de las de sus respectivos hombres. Como en realidad ocurría.
  • Al no haber definido nunca la civilización como conquista de la naturaleza por el hombre –y dado que ellas mismas vivían en estrecho contacto con su entorno natural–, estaban en contra de la violación de la tierra y eran ecológicas. A partir de su propia experiencia.
  • Puesto que no eran freudianas, no envidiaban a los hombres su anatomía, sino su monopolio de la posibilidad de ganar un sueldo en las minas de carbón, y estaban decididas a logras la integración de esos puestos de trabajo. Y pocos años más tarde lo conseguirían.
  • No habiendo oído hablar jamás de "reivindicaciones feministas", habían decidido sus propias prioridades: acceso a los anticonceptivos y al permiso de conducir; control sobre sus cuerpos y sobre la camioneta familiar. Dos formas de acceder a una mayor libertad.
  • No habiendo aprendido a separar la mente del cuerpo, el pensamiento de las emociones, o el intelecto de los sentidos, confiaban en su propia experiencia.
Tal vez sea una apreciación exagerada, pero, si pienso en ello, creo que adquirí más conocimientos útiles durante aquel largo fin de semana que en todo un curso en la universidad. Aprendí más sobre la naturaleza, el arte, la justicia, el poder y la equidad. Y ciertamente muchísimo más sobre mis propias capacidades.

Gloria Steinem

*** *** ***

Desaprendiendo y aprendiendo. Continuamente :)
Doy gracias por poder hacerlo, y cada vez con más facilidad...

3 comentarios:

  1. ¡Que viva el arte! menos mal que es variopinto para responder a tan diversos gustos. A mi me gustan estas fotografías que utilizas en este post y es que la naturaleza y aves me cautivan y creo que tienes un ojo especial para captarlas. Idolatrar, idolatrar... no sé si lo hago porque es la mejor forma de destruir lo que amas. Lo que sí hago mucho es admirar.

    En cuanto a mis distintos yos creo tenerlos identificados, ahora que saber para qué los utilizo... eso entraña más dificultad. Tengo la sensación que he estado luchando para imponer mi visión, mis creencias... sobre la de los demás. Era una especie de competición para ganar. Por eso tanta confusión, en mi caso. Ahora estoy en otras.

    Interesante el escrito de Gloria Steinem y su visión sobre las distintas formas de apreciar el arte, la naturaleza, la justicia...

    También se ha dicho sobre Shakespeare lo mismo que Da Vinci. La verdad no sé dónde reside y no sé si hay una o varias.

    Buen y complejo revoltijo de ideas entrelazadas.

    ¡Qué sigas aprendiendo y desaprendiendo!

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  2. ¡Hola! amaya: si, sobre todo revoltijo :). Ya he corregido algunas expresiones que me parecían mal redactadas... Esto de escribir sobre la marcha conlleva esto, eso si, lo disfruto igual :).

    Precisamente eso es para mi el arte, la expresión de cada uno de nosotros en su autenticidad. Lo malo es que nos repetimos, nos imitamos, y no hay autenticidad, sólo remedo. Esto entorpece la creatividad y el enriquecimiento porque anula la diversidad. Y, si, admirar, ya ves que yo también lo hago -debo decir mejor lo hacía– porque comprendí cuan subjetivo es ese estado, que tiene mucho de ilusión, la cual nos impide tomar conciencia de lo que sucede más allá de la primera impresión. Si no estuviéramos tan condicionados entonces si disfrutaríamos de lo que nos gusta, no admirando sino disfrutando. Sencillamente eso, disfrutar.
    Espero haberme explicado.

    Como ves las indias no tenían ningún problema para sentir que lo que hacían era arte, porque tampoco le ponían esa etiqueta, y si apreciaban lo que estaban expresando más allá de cualquier opinión ajena. Esto es arte, arte natural, como la de la naturaleza, a la cual nosotros nos empeñamos en encarcelar en las constantes denominaciones subjetivas que ya han perdido todo el sentido con el que nacieron en su mayoría.

    Me alegra que hayas tomado conciencia de que competías. Seguro que más que con nadie contigo misma.
    Espero que aquel al que aquí menciono lo deje de hacer también y, sobre todo que deje de utilizar a los demás.

    Cela también tenía "negros" que escribían por él. Este es el pago de la fama: que uno no quiere bajarse del pedestal. Y no quiere bajarse porque sin los halagos y la adulación no saben quienes son. Pero hay muchas más motivaciones inconscientes del porqué se utiliza a los demás o lo de los demás en estas cuestiones.
    Narcisismo, si. El patológico.

    Primero aprendemos, luego hemos de desaprender, lo más doloroso. Para unos más que para otros.
    Un abrazo y muchas gracias por disfrutar :)

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  3. gracias haydeé por visitar mi blogg ha sido un honor.

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Qué el amor ilumine tu inteligencia y abra tu corazón para que las palabras que pronuncies conviertan el mundo en un lugar mejor :)
Sin mentir, encontrarás la luz del amor con más facilidad.
Siente la vida, siéntete a ti mismo, y di lo que sientes, sintiendo lo que dices
La paz es el camino y la humildad sus pies -.-

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